Los índices estadounidenses arrancaron la sesión con movimientos positivos, impulsados por resultados sólidos de NVDA (Nvidia Corporation) y expectativas sobre el sector tecnológico.
Sin embargo, la euforia se diluyó: la NVDA también retrocedió desde sus máximos intradía, los techs lideraron pérdidas, y los índices viraron a terreno negativo. El SPX (S&P 500) pasó de +1,9% a ‑1,1% aproximadamente.
El reporte de empleo de EE.UU. fue una mezcla: creación de 119.000 empleos (superior a estimaciones) pero con aumento de la tasa de desempleo y crecimiento salarial modesto. Esto alimenta dudas sobre el ritmo de recortes de tasas por parte de la Federal Reserve.
Aumentó la volatilidad: el índice de volatilidad (VIX) saltó, los yields de bonos bajaron (refugio) y los sectores de «alto riesgo» en tech y cripto sufrieron más.
Factores clave a monitorear
Tecnología / IA
Nvidia superó expectativas y dio un guía optimista, pero los inversionistas se muestran cada vez más cautelosos por las valuations excesivas en el sector IA.
Otros jugadores del ecosistema IA también sienten la presión: rendimiento sólido ya incorporado, riesgo de corrección.
Datos macroeconómicos
Datos de empleo mixtos: mejor cantidad, peor en la tasa y salarios. Esto genera incertidumbre sobre la velocidad de las acciones de la Fed.
Los mercados descontaban recortes de tasa en diciembre; estos datos los han vuelto más escépticos.
Sentimiento general y flujo de fondos
Hoy hubo un claro «cambio de humor»: se pasó de optimismo a toma de ganancias y aversión al riesgo.
Los bonos como refugio, los tech en particular sufren si no hay respaldo firme.
La divergencia entre expectativas y realidad (valores vs. fundamentals) se está haciendo explícita.
Implicaciones para carteras
Los perfiles más arriesgados podrían aprovechar estos saltos de volatilidad para entrar en tech con convicción IA, pero no es momento de sobreexposición.
Para perfiles más moderados o conservadores, la corrección técnica en el tech puede ser una señal para reducir peso en aquellas posiciones con valuations más estiradas.
Tener un colchón de activos refugio (bonos soberanos de buen grado, efectivo) parece sensato ante el escenario de volatilidad creciente.